viernes, 25 de noviembre de 2016

Para aprender primero tenemos que querer aprender

Fuente: Celia Rodríguez Ruiz
Psicóloga y Pedagoga
DE FACEBOOK  24/11/2016  @educa_aprende
El aprendizaje de los niños y niñas es una cuestión que a menudo preocupa a familias y educadores. Nos interesa que aprendan y que lo hagan rápido y a menudo conseguir que aprendan puede convertirse en un verdadero reto. Aunque reforcemos sus aprendizajes y dediquemos horas a ello, a menudo nos encontramos con el fracaso académico.
Para aprender primero tienen que querer aprender, si no quieren aprender y les obligamos a ello, por mucho que insistamos o dediquemos muchas horas, difícilmente lo conseguiremos.

Por qué no aprenden

El ser humano tiene una gran capacidad de aprendizaje y de desarrollo. Desde que nacemos comenzamos a aprender, nos gusta y nos interesa aprender. Si observamos a los niños y niñas pequeñas es fácil darnos cuenta de su interés por aprender y conocer cosas nuevas.
El aprendizaje es un proceso natural del ser humano, siempre estamos aprendiendo, los adultos también cuando algo nos gusta y nos interesa disfrutamos y pasamos nuestro tiempo aprendiendo.
Sin embargo, parece que las ganas de aprender se esfuman en los años escolares. Pero no es así, los niños en edad escolar también aprenden constantemente, son muy curiosos y preguntan porque quieren saber muchas cosas. Lo que no aprenden son los contenidos académicos.
Si reflexionamos un poco acerca de diferentes situaciones de aprendizaje natural seguramente nos demos cuenta de que para aprender lo primero es querer aprender, tener ganas de aprender. Los niños y niñas, a menudo, no ven interés en los contenidos académicos, saben que están obligados a aprenderlos, pero no quieren hacerlo.
aprendizaje de los niños

Hagamos que quieran aprender. 

Trucos para despertar las ganas de aprender

Podemos hacer algunas cosas para despertar sus ganas de aprender
  • Deja de imponer y organizar los aprendizajes. Debemos recurrir a organizaciones más flexibles y menos impositivas.
  • Introduce el juego y la diversión. Dejemos de pensar que aprender tiene que ser aburrido, el aprendizaje puede y debe ser divertido.
  • Deja que tengan un papel activo, que exploren, pregunten, que se desvíen si hace falta, que encuentren de este modo el interés a lo que aprenden a través de la implicación.
  • Despierta su curiosidad. De este modo querrán saber más.
  • Trata de buscar diferentes formas de enseñar que se adapten a diferentes formas de aprender.
  • Olvídate de la memorización.
  • Acerca el aprendizaje a su día a día que vean sentido a lo que aprenden, que lo vean útil para su día a día.
  • Deja que aprendan en grupos, que colaboren.
  • Deja que se equivoquen y que encuentren las causas.

3 comentarios:

  1. Me parece muy buena reflexión porque si nosotros no queremos aprender por mucho que nos obliguen vamos a seguir sin aprender y para que tengamos ganas de aprender y queramos aprender deberían de hacer las clases más amenas y hacer juegos, trabajos y actividades de este tipo, porque nos ayudan más ha estudiar y haciendo este tipo de cosas se nos van quedando más cosas y pienso que así aprendemos más que como ahora dan las clases algunos profesores porque nos gusta más este tipo de cosas y le ponemos más empeño para aprender que haciendo las clases tan pesadas y tan aburridas.

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  2. Es un buen texto porque a veces aprendemos mas sin tener un libro delante y es mejor poner nuestros cinco sentidos en una actividad que si nos gusta realmente,no digo que no abramos nunca un libro,porque también es necesario pero entre todos debemos hacer las clases más dinámicas y diferentes.

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  3. Me parece un texto muy interesante,porque es muy importante aprender y si vemos que una clase es muy aburrida se nos quitan las ganas de aprender algo que no nos interesa, por eso aveces las clases deberìan ser un poco mas divertidas.

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